Cancún, Quintana Roo

Ieqroo y Teqroo, sin credibilidad hacia 2018

Lunes 03 Julio 2017

CANCÚN, Quintana Roo.- Manchados por el lodo del descrédito público por una hilerilla de escándalos, demandas y cuestionables actuaciones de sus titulares, en complicidad con sus cuerpos de gobierno, el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) y el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) se encuentran a las puertas de los comicios locales de 2018 con el enorme reto de limpiar su imagen como árbitros del proceso por venir en tiempo récord, a fin de garantizar el “juego limpio” en un escenario político convulso.

Tradicionalmente aliados del poder gubernamental, a pesar de tener “total autonomía”, tanto el Ieqroo, dirigido por la maestra Mayra San Román Carrillo Medina, como el Teqroo, presidido desde el mes pasado por la magistrada Nora Cerón González (quien relevó al cozumeleño Víctor Vivas Vivas en un enroque obligado por un terremoto mediático), han quedado expuestos y vulnerables por conflictos internos que terminaron por sacar a la luz la podredumbre de corrupción y servilismo de quienes integran esos organismos responsables de garantizar elecciones transparentes y respetuosas de la voluntad popular.

Pero nada de eso pueden presumir los árbitros quintanarroenses, que en su historial cargan con un costal de decisiones tramposas para cargar los dados a favor de quienes por mucho tiempo mantuvieron el poder.

 

NADA NUEVO

La sumisión de los titulares del Ieqroo ante el ejecutivo no es un asunto novedoso. En 2009, el abogado chetumaleño Carlos Soberanis Ferrao, quien presidía al Instituto, fue destituido del cargo de manera fulminante por cumplir las órdenes del entonces gobernador Félix González Canto para obstaculizar una redistritación electoral que colocaba en el desventaja a algunos candidatos consentidos del PRI.

Por esta acción, el Instituto Federal Electoral blandió el mandoble para cortar la cabeza del consejero presidente, que además se ganó una inhabilitación de dos décadas. Por sus servicios recibió un bono que le permite vivir cómodamente además de una Notaría Pública a nombre de su esposa.

Tras la caída de Soberanis, González Canto colocó como titular del organismo electoral a otro de sus alfiles, Jorge Manríquez Centeno, quien se mantuvo en el cargo por seis años, logrando sortear algunas turbulencias políticas.

Sin embargo cayó víctima de las nuevas normas electorales aprobadas por el Congreso federal con la intención de limpiar los institutos estatales, que se habían convertido en una extensión del poder gubernamental.

De acuerdo con esta nueva norma, en 2014 y 2015 se inició un proceso coordinado por el Instituto Nacional Electoral para renovar a los institutos estatales, ahora denominados Organismos Públicos Locales Estatales (Oples), con filtros de selección para los consejeros, en apariencia más complejos y estrictos.

En 2015 el cuerpo de gobierno del Ieqroo fue renovado en su totalidad, pero desde el principio llamó la atención que varios de los nuevos consejeros aprobados, incluyendo a la nueva presidenta, Mayra Carrillo Medina, fueron funcionarios del Tribunal Electoral de Quintana Roo, subordinados del magistrado presidente Víctor Vivas, cuyos nexos políticos con el “grupo Cozumel” regido por Félix González Canto y Roberto Borge Angulo eran más que conocidos.

Vivas hizo del Tribunal Electoral un brazo político más del otrora poderoso PRI, siempre presto a cumplir las órdenes dictadas desde Palacio de Gobierno sin importar lo que costara. Su carrera política la hizo al amparo de sus poderosos padrinos gobernadores, a los que siempre guardó lealtad, aun sacrificando la imagen pública del Teqroo.

Desde la presidencia del Tribunal fue -y posiblemente sigue siendo, aun debilitado- el encargado de manejar los hilos de la mafia electoral estatal, actuando como jefe de la presidenta del Ieqroo, su antigua empleada, Mayra San Román Carrillo.

No es de extrañar la animadversión de los partidos opositores hacia el Teqroo, pues basta revisar el historial de resoluciones para percatarse de la parcialidad evidente de los magistrados, cuyas sentencias fueron aplastadas una y otra vez por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, organismo al que apelaban las fuerzas políticas debido a los obstáculos que les colocaba el Tribunal local.

Contra toda lógica, en la renovación de 2015 obligada por las nuevas leyes a estos organismos, el Senado decidió ratificar a Vivas Vivas gracias al manto protector de Félix González, quien ya despachaba como senador.

Con todo y la “renovación”, Ieqroo y Teqroo mostraron que nada había cambiado en las elecciones locales de 2016, donde hicieron todo lo que estaba en sus manos para dinamitar el proceso y obstaculizar a la alianza opositora y su candidato, Carlos Joaquín, quien siguió creciendo hasta alcanzar una victoria inobjetable.

Y entonces, la mafia electoral se empezó a resquebrajar.

La alternancia

Con un nuevo gobierno al mando emanado del PAN, PRD y de un sector del PRI rebelde al “grupo Cozumel”, ambos órganos electorales quedaron maltrechos y heridos de muerte, lo cual empezó a romper el control de Víctor Vivas sobre los consejeros electorales.

Los consejeros del Ieqroo Sergio Avilés Demeneghi y Claudia Carrillo Gasca presentaron sendas denuncias de juicio político contra el magistrado presidente por irregularidades en el proceso electoral del año pasado y violencia política.

Ambos funcionarios electorales solicitaron al Congreso local la destitución de Víctor Vivas con denuncias que destaparon su modus operandi, además de que expusieron la complicidad de la titular del Ieqroo, Mayra Carrillo, quien etiquetó al par de consejeros como personas “non gratas”.

El Congreso local dio trámite a las solicitudes de juicio político en contra de Víctor Vivas y sus compañeros magistrados, Vicente Aguilar Rojas y Nora Cerón González, y alistaba la destitución, sin embargo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó en controvertida decisión dividida que determinó que la Legislatura quintanarroense no tenía facultades para enjuiciar a los magistrados electorales, permitiendo la permanencia de Vivas Vivas como presidente del Teqroo.

La turbulencia para los organismos electorales no terminó allí. Tras la sentencia del TEPJF se filtró a un medio local una añeja grabación de una conversación telefónica entre Víctor Vivas y Sergio Avilés, que evidenció lo que ya se sabía: que el presidente del Teqroo tejió una red de complicidad entre las autoridades electorales para jugar a favor del PRI, y que el gobierno de Borge Angulo intervino directamente en la selección de consejeros y magistrados.

La onda de choque causada por este escándalo motivó la renuncia del magistrado Vivas a la presidencia del Teqroo, pero también golpeó con fuerza al Ieqroo, donde su titular, Mayra San Román Carrillo Medina, se sostiene en el cargo con las uñas mientras la credibilidad del instituto que dirige sigue en caída libre.

Con los últimos capítulos revelados de esta tragicomedia electoral quintanarroense la corrupción de ambos organismos quedó confirmada, y aunque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación salvó el pellejo de los magistrados locales, no se puede asegurar que los Consejeros electorales correrán con la misma suerte.

Porque Mayra San Román y sus consejeros “leales”,  están enfrentando un proceso de investigación por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) que aún no está definido, por lo que los acontecimientos recientes pueden ser el aderezo que faltaba para la receta de su destitución.

La presidenta del Ieqroo quedó en una posición aún más endeble tras la renuncia de Víctor Vivas, quien era el encargado de mover la batuta en la “mafia” de los funcionarios electorales y su protector, y no se descarta que la funcionaria intente seguir su ejemplo y soltar las riendas del instituto electoral local en un intento de salvarse de la quema pública.

Y es que la confianza de los quintanarroenses en el Ieqroo quedó hecha añicos, y no está en condiciones de encargarse de la elección local venidera en 2018, donde estarán en juego las 11 presidencias municipales.

El arranque del proceso está a las puertas. Por el bien de la estabilidad política en la entidad urge una limpieza profunda en el Instituto Electoral y en el Tribunal local, si es necesario barriendo a todo el cuerpo de consejeros y magistrados para dar certeza a la ciudadanía de que su voto será respetado.

El INE tiene mano para poner orden en el organismo local ya sea ajustando tuercas entre los consejeros o atrayendo la organización de las elecciones locales del año que viene por la evidente incapacidad del Ieqroo de encabezar un proceso transparente.

Y en el caso del Teqroo, la caída de Vivas de la titularidad no es suficiente para restaurar su imagen, más allá de los discursos llenos de buenas intenciones de su nueva titular, Nora Cerón.

Lo único que puede ayudar a recuperar la credibilidad al Teqroo serán sus decisiones en los juicios por venir, que serán pasadas bajo la lupa por los distintos partidos y seguramente veremos mucha injerencia del Tribunal Federal en la decisión final de los litigios.

Lo único que puede ayudarle al Teqroo a recuperar su credibilidad serán sus decisiones en los juicios por venir...

Más noticias y artículos de Quintana Roo