Cancún, Quintana Roo

El drama nacional

Sábado 12 Mayo 2018

EN ÓRBITA
Marcelo Salinas
@msalinas21

La noticia de los tres estudiantes de cine asesinados y disueltos en ácido, en Guadalajara, fue noticia mundial. Desde Escandinavia hasta Tierra del Fuego -e inclusive en Oriente- los medios siguieron dándole espacio a un hecho que, sin embargo, pareció transcurrir inadvertido en casa durante semanas.

Porque mientras en otros países destacaban la saña, en un ambiente permanente nutrido por antecedentes también macabros, aquí intentaron situarlo en una lista de hechos supuestamente aislados, apostando al olvido.

Pero la verdad nos golpea el rostro. O debiera ser así. Porque no es normal pero sí común: desde Cancún hasta Tijuana se cuentan los desmembrados con una calma que debiera espantar al más valiente. Aunque ni siquiera sorprende ya. Y es que nos hemos mal acostumbrados a que la cifra de 200 mil muertos en una década se ensancha, y quién sabe hasta cuándo.

Para muchos no hay salida. Para muchos es una guerra perdida. En el ámbito nacional la violencia está lejos de ser controlada. Los números reflejan que los meses más recientes han sido los peores en años, y ello ocurre en un marco electoral en que las alternativas de solución concretas son prácticamente inexistentes. O escasamente conocidas y confiables.

Lo peor de todo es que tales crueldades no mueven el espíritu. Salvo un lamento tibio, la mayoría no es capaz de asimilar, en toda su magnitud,  la tragedia que enluta a todo el país y a varias generaciones, no solamente a quienes son víctimas directas en “zonas atractivas” para las organizaciones criminales.

Estamos mal. El estado ha sido incapaz de elaborar investigaciones tempranas y eficientes, y los habitantes, ensimismados en sus problemas. No tienen tiempo para voltear a ver problemas de otros. Son miles indolentes ante la desdicha.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía más de 210 mil homicidios fueron registrados entre 2007 y 2016; de esos, más de 107 mil fueron de personas entre 15 y 34 años. Según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, de 34 mil en calidad de desaparecidas, el 35% tiene 29 años o menos.

La juventud es el grupo etario en peligro permanente. Quienes entran en el “negocio” continúan en él debido a las condiciones sociales y económicas que les “obligan”, han querido explicar los expertos.

¿De verdad no hay opciones ni escapatoria? Es aterrador el panorama, peor aún, cuando algunos aseguran que lo peor está por venir.

La noticia de los tres estudiantes de cine asesinados y disueltos en ácido, en Guadalajara, fue noticia mundial. Desde Escandinavia hasta Tierra del Fuego -e inclusive en Oriente- los medios siguieron dándole espacio a un hecho que, sin embargo, pareció t

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