Cancún, Quintana Roo

Una polémica anda suelta

Viernes 03 Agosto 2018

EN ÓRBITA
Marcelo Salinas
@msalinas21

 Un tema polémico con sus inevitables especulaciones corre desde el martes pasado, como reguero de pólvora, en el ámbito policiaco: la muerte de Luis Manuel Álvarez Adán, un empresario de origen cubano recluido por extorsión en la cárcel de Cancún.

Resulta polémico porque ha trascendido la fuente policiaca, ya que “el cubano” (naturalizado primero español y después mexicano) fue detenido en 2014 acusado por otro empresario, aunque alegó entonces que días antes él había presentado una denuncia por ese mismo delito contra un mando policiaco en Tulum. ¿Una venganza? Para revisar, aunque transcurrieron muchos años.

Además de lo anterior, defensores de la víctima aseguran que era en realidad un “preso político”, injustamente encarcelado, ya que su condena “fue un favor personal” del exgobernador Roberto Borge a un ex servidor público de la actual administración estatal, con quien habría tenido cuentas pendientes. ¿Otra venganza? Para discutir, aunque conocedores de la situación lo niegan tajantemente.

Es decir, un asunto policial trascendió a las esferas empresarial y política, aun cuando el informe de los celadores no deja lugar a dudas: fue suicidio. “El cuerpo presenta datos de asfixia por ahorcamiento sin lesiones de tipo excoriativa o equimotiva que indiquen lucha o riña”, precisa el parte. Es decir, ninguna vendetta como pretenden desvirtuar con algún propósito peliculesco.

Tan es así, que un documento fechado el pasado 8 de junio, dirigido al encargado de despacho de la Dirección del Centro de Reinserción Social de Benito Juárez y firmado por el jefe de grupo de Seguridad y Custodia del recinto, relata un intento de suicidio del mismo personaje. Fuentes del penal recuerdan que, como esta historia, fueron varias.

En esta última, desgraciadamente consumada, “después de la inspección en el lugar no se observaron indicios de forcejeo sobre una intervención de otra persona” en el espacio habilitado como celda, especifica el documento.

Álvarez Adán había sido aislado porque se le había diagnosticado depresión, ya que no entablaba relación con otros internos y sólo recibía la visita de un amigo ocasionalmente, una vez al mes. De sus familiares no hay registro. El suicida, pues, estaba enfermo y era cuestión de tiempo.

Pero más allá de toda polémica, el hecho pone en la mesa del debate, por enésima oportunidad, el tema de la reinserción social en las cárceles de la entidad, donde siguen prevaleciendo los males de siempre. Por lo mismo, la Fiscalía General de Miguel Ángel Pech investiga los pormenores del caso y sus múltiples aristas.

Un tema polémico con sus inevitables especulaciones corre desde el martes pasado, como reguero de pólvora, en el ámbito policiaco: la muerte de Luis Manuel Álvarez Adán, un empresario de origen cubano recluido por extorsión en la cárcel de Cancún.

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