Cancún, Quintana Roo

Paridad de género en nuevo Congreso

Miércoles 15 Agosto 2018

Las recientes elecciones probablemente han sido las más estresantes, el hartazgo de los “mismos de siempre” fue muy evidente, el resultado fue el de elegir otra opción aún si nació dentro del mismo sistema con personas que han estado en el sistema, con una participación ciudadana histórica ganaron, con ello se crea un panorama distinto.

Estos comicios fueron violentos, no en sí la jornada electoral; no obstante, el porcentaje de asesinatos a las personas candidatas se elevó de forma dramática, la violencia fue perceptible también en redes, no importaba la ideología, el color o la preferencia: la descalificación, el menosprecio, los insultos, fueron comunes.  La incertidumbre ha estado presente, pero sobre todo la expectativa. Incluso algunas personas que no votaron por el presidente electo están dispuestas a apoyar y “jalar parejo”.

Entre varias expectativas que existen y que causan emoción, gusto, molestia, incredulidad o controversia hay varias reformas y propuestas de cambios. Entre las transformaciones que implica la llegada del nuevo gobierno está la paridad de género, controversial para muchas personas, que consideran incluso injusta esta ley, pero ¿por qué es importante y qué implica que por primera vez haya un Congreso con igualdad en proporción de hombres que de mujeres?

El artículo 41 Constitucional establece la paridad de género en candidaturas a legisladores federales y locales. Esto fue a partir de la reforma constitucional en 2014, con ello se buscaba que las mujeres tuvieran mayor poder de decisión, así como en las cuestiones vinculadas a la población. La ley de paridad es una forma de “eliminar la exclusión estructural de las mujeres en la sociedad” como señaló en su momento Ana Güezmes, representante en México de ONU Mujeres.

Probablemente te preguntarás: ¿Pero no es más importante que las candidaturas sean por las personas más preparadas, independientemente del género? Es importante la preparación, sin duda, sin embargo por varias décadas hubo espacios negados a las mujeres, por considerar que era un “Club de Toby”, y pocos se preguntaron si eran capaces quienes lo ocupaban. De no existir la paridad por ley, no habría espacios significativos para la mujer en la toma de decisiones del país, se tuvo que hacer obligatorio para ir creando áreas donde pudiese la mujer ser escuchada. Pasar de las “juanitas” -meros títeres-, a representaciones reales. En 2014 había sólo un 33% de mujeres en el senado y 37% en diputaciones. Las mujeres hasta estas elecciones habían sido siempre una minoría.

Por vez primera hubo tantas mujeres como hombres contendiendo por un cargo de elección popular, hubo oposición, violencia política por cuestión de género, y es que según mostró De las Heras Demotecnia en una encuesta realizada, sólo el 11% de las personas en México acepta que las mujeres tengan cargos importantes.

Las mujeres en México ganan hasta 30% menos en su salario por realizar el mismo trabajo que un hombre, cuando los países que integran a la mujer en igualdad laboral presentan un crecimiento en su PIB además de mayor prosperidad y crecimiento económico.

México es el primer lugar en América Latina en número de feminicidios: 7 al día. Hay una falta de acceso a la educación, al mercado laboral, matrimonio infantil y la violencia física y sexual, en esta última nuestro país ocupa el primer lugar a nivel mundial, es decir, cada 4 minutos una mujer sufre violencia sexual.

Mentalidades que se concretan en palabras como las que expresó Marcelino Perrelló, casos como el de Los Porkys promueven la cultura de la violación. Teniendo estas cifras en cuenta, podemos vislumbrar la necesidad y urgencia de que las voces de mujeres tengan un lugar para tomar decisiones y que seamos escuchadas.

El nuevo Congreso tendrá paridad por primera vez de la historia: 51% en el Senado estará ocupado por mujeres y un 49% en las diputaciones, lo cual no significa que todas compartan ideas feministas, incluso pueden tener una ideología diferente porque no toda mujer por nacer mujer es feminista, ni sabe de perspectiva de género, ni se ha preparado en ello, no obstante, hay temas centrales en las que puede existir coincidencias, y para que la representación sea sustantiva es necesario comisiones paritarias, bancadas de mujeres que promuevan una agenda que procure una igualdad real.

Las mujeres que ocupan puestos públicos son juzgadas con otros parámetros, vistas con otros ojos, muchas veces percibidas como un peligro para quienes tienen poder; por ello es importante que cada vez más hombres sean conscientes de la situación que vive la mujer en el país, que no es  cuestión de competencia, sino de derechos humanos, que no basta con “yo no violo, no acoso, no mato a mujeres” sino que es necesario autoexaminarse para descubrir si hay alguna acción, actitud o mentalidad que inconscientemente siga promoviendo la idea machista que tiene al país con una desigualdad de género perceptible, y que le afecta en distintos rubros.

Será necesario que los hombres en una curul impulsen también una real igualdad de género, que significa tener los mismos derechos, oportunidades, dignidad y respeto, porque esto contribuye a una democracia más real, a una sociedad más madura, más empática y más responsable.

Cierro con estas palabras e invito a la reflexión. A darle, pues, sentido a este texto.

 

Por primera vez 51% del Senado estará ocupado por mujeres y habrá 49% en las diputaciones.

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