¿Cómo vencer los temores?

Lunes 12 Febrero 2018

Hace unos días, en el programa radiofónico de José Cárdenas, transmitido desde la Ciudad de México, el reconocido analista Leo Zuckermann citó un estudio reciente, preparado en Estados Unidos, en torno a cómo afectan la inseguridad y la violencia en las c

<p>Hace unos d&iacute;as, en el programa radiof&oacute;nico de Jos&eacute; C&aacute;rdenas, transmitido desde la Ciudad de M&eacute;xico, el reconocido analista Leo Zuckermann cit&oacute; un estudio reciente, preparado en Estados Unidos, en torno a c&oacute;mo afectan la inseguridad y la violencia en las comunidades.&nbsp;</p> <p>Adem&aacute;s de lo conocido y lo obvio se revel&oacute; un &ldquo;retraso cognitivo&rdquo; en quienes est&aacute;n expuestos a ambos fen&oacute;menos, como en Quintana Roo, aun cuando los &iacute;ndices locales reflejan una tendencia a la baja en los &uacute;ltimos d&iacute;as, o menores inclusive a los exhibidos en ciudades reconocidas del pa&iacute;s vecino.</p> <p>Entre las conclusiones acerca de c&oacute;mo evitar tal desgracia surgi&oacute; la de optar por la recreaci&oacute;n y el esparcimiento, con actividades deportivas, art&iacute;sticas y culturales como alternativas seguras. Y en &eacute;poca de carnaval, pero tambi&eacute;n de box, cobra sentido la apuesta por &ldquo;fugarnos&rdquo; de esa ingrata realidad.&nbsp;</p> <p>Lo not&eacute; la noche del s&aacute;bado cuando el cancunense Miguel &ldquo;El Alacr&aacute;n&rdquo; Berchelt, &ldquo;orgullo de la Regi&oacute;n 93&rdquo; como se le llama, retuvo su t&iacute;tulo mundial ante el africano Maxwell Awuru. En un recinto de la zona hotelera de Canc&uacute;n aflor&oacute; aquel sentimiento liberador, reprimido de semanas o a&ntilde;os, por ese contexto hostil referido antes.</p> <p>Lo mismo ocurre en las noches carnavalescas, donde ni&ntilde;os, j&oacute;venes y adultos se olvidan de ciertas obligaciones, pero m&aacute;s de algunos temores, para disfrutar en un ambiente que dista del acostumbrado. Pasa en la mayor&iacute;a de los destinos quintanarroenses, pues el estr&eacute;s y la tensi&oacute;n inducidos no conocen fronteras.</p> <p>Las dudas son si esa idea de escapar por ratos es suficiente; si esa ilusi&oacute;n es tan justa como eficaz para los prop&oacute;sitos reales; si m&aacute;s polic&iacute;as armados nos hacen mejor que m&aacute;s entretenimientos como los mencionados, o si gobiernos, partidos, empresas, escuelas, gremios y agrupaciones civiles, pueden o no crear una atm&oacute;sfera pac&iacute;fica.</p> <p>A los quintanarroenses en general, como los de muchos otros estados, les urge un clima recreado en el que puedan sacar el saldo negativo acumulado. Por eso se lamentan cuando los carnavales son tan pobres, cuando los equipos locales descienden o desaparecen, y cuando el presupuesto para las manifestaciones art&iacute;sticas &ldquo;no alcanza&rdquo;. Caso contrario cuando nuestra gente gana y disfruta.&nbsp;</p> <p>La reflexi&oacute;n no es propia. En el fondo es una expresi&oacute;n de lo que hablan en los espacios abiertos, bajo condiciones similares, en una situaci&oacute;n festiva y sin los miedos de siempre.</p>

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