El asesinato de Aideé Mendoza, de 18 años, no sorprende en el CCH: allí se vive con violencia a diario

Martes 07 Mayo 2019

El clima que rodea al Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente de la UNAM es de inseguridad, coinciden estudiantes, vecinos y trabajadores de la zona. Les resulta poco creíble la versión difundida por la Procuraduría General de Justicia capitalina en tor

<p class="MsoNormal">Cerca del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente el asalto es cosa de todos los d&iacute;as. Lo saben los alumnos, los vendedores de alrededor, los vecinos y los polic&iacute;as. &ldquo;Hay muchos asaltos, y s&iacute;, es normal que traigan pistolas&rdquo;, dice un polic&iacute;a que patrulla el &aacute;rea; sin embargo, eso no es raz&oacute;n suficiente para convencer a los alumnos del CCH Oriente de que la bala que hace una semana mat&oacute; a Aide&eacute;, una de sus compa&ntilde;eras, mientras tomaba clase, viniera de fuera de su escuela.<br /> Hasta el momento, las investigaciones de la Procuradur&iacute;a General de Justicia de la Ciudad de M&eacute;xico han dado a conocer, entre declaraciones escuetas y filtraciones a la prensa, que la bala que impact&oacute; a Aide&eacute; Mendoza provino fuera del sal&oacute;n de clases, de una distancia de entre 150 y 300 metros. Que probablemente era una bala perdida que pudo venir de la pistola de un narcomenudista que forcejeaba con otro estudiante en una de las &aacute;reas verdes de la escuela, o de afuera de las instalaciones, supuestamente de un terreno bald&iacute;o, seg&uacute;n la informaci&oacute;n de la dependencia.<br /> Ninguna de las versiones satisface a los estudiantes ni a los vecinos del lugar.<br /> A dos d&iacute;as, del asesinato de la estudiante del CCH plantel Oriente, Aide&eacute; Mendoza, alumnos de realizaron una asamblea para determinar las acciones a tomar. Foto: Armando Monroy, Cuartoscuro.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><strong style="mso-bidi-font-weight: normal;">VIOLENCIA EXTERIOR</strong></p> <p class="MsoNormal">El viernes pasado, faltaba el ajetreo de entrada al CCH. Sin clases, faltaba el movimiento matutino que suele llenar de vida el lugar. Un alumno despistado se acerc&oacute; a la escuela que permaneci&oacute; cerrada desde el lunes pasado. No se enter&oacute;.<br /> &ldquo;La verdad es que problemas de armas en la escuela yo no me he enterado. Dealers s&iacute;, alcohol tambi&eacute;n, pero realmente un ambiente de violencia no hay. Yo creo que es por la inseguridad de la zona. En las paradas de los camiones a cada rato los atracan. Incluso pusieron el CCH Bus, que sale de aqu&iacute; de adentro de la escuela y cuesta 28 pesos. Antes de que hayan salido todos de la puerta, ya los est&aacute;n esperando para asaltarlos&rdquo;, asegura Alejandro.<br /> El Colegio de Ciencias y Humanidades de Oriente colinda con el municipio de Nezahualc&oacute;yotl, en el Estado de M&eacute;xico, lo que hace que se encuentre en una situaci&oacute;n de mayor vulnerabilidad para sus estudiantes.<br /> El motivo: si alguien comete un delito en una de las dos entidades, es perseguido por la polic&iacute;a de esa demarcaci&oacute;n, pero al cruzar el l&iacute;mite pol&iacute;tico entre ambas demarcaciones ya no se le persigue.<br /> Adem&aacute;s, el CCH no es el &uacute;nico plantel educativo en la zona. Cerca est&aacute; el Colegio de Bachilleres 7, el Centro de Estudios Industriales y de Servicios, Cetis, 57, una secundaria y otra primaria. Lo que crea una poblaci&oacute;n altamente susceptible a la venta de drogas y a los asaltos.<br /> &ldquo;Estas escuelas, como est&aacute;n en la periferia, tienen muchos m&aacute;s problemas. Por ejemplo, muchos vienen de all&aacute; de Chalco, dicen que los asaltan mucho, sobre todo para los de la tarde es como m&aacute;s problem&aacute;tico&rdquo;, asegura Damaris Hoyos, ex alumna del CCH y estudiante en la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, plantel universitario que tambi&eacute;n se encuentra en la zona.<br /> &ldquo;Siempre tiene que ser as&iacute; en la periferia&rdquo;, lamenta, &ldquo;a pesar de que seamos muy buenos estudiantes&rdquo;. Tiene raz&oacute;n. La competencia para entrar a &eacute;ste CCH es la m&aacute;s dura. Este plantel es el segundo que pide mayor cantidad de aciertos en el examen de ingreso al bachillerato (91), s&oacute;lo despu&eacute;s del CCH Sur (92), pero la demanda es el doble. Aqu&iacute;, por cada lugar disponible, hay 4.5 aplicantes en promedio, mientras que en el plantel Sur, por cada lugar hay 2.5 aspirantes.<br /> Ning&uacute;n compa&ntilde;ero le dispar&oacute; a Aide&eacute;, dice Procuradora Godoy; descarta &ldquo;un ataque a la joven&rdquo;</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><strong style="mso-bidi-font-weight: normal;">INSEGURIDAD EN EL PLANTEL</strong></p> <p class="MsoNormal">Una muerte al interior del CCH no sorprendi&oacute; a sus alumnos. Lo que s&iacute;, fue la bala. &ldquo;Yo lo que esperaba es que a alguien le dieran un navajazo. Vamos, no pensaba que fuera imposible que una bala&hellip; pero nunca me imagin&eacute; que s&iacute; fuera a pasar de verdad&rdquo;, dice un alumno que camina por fuera del CCH.<br /> &Eacute;ste no es el primer caso en la zona en que un arma de fuego hiere a un alumno adentro de una escuela.<br /> &ldquo;As&iacute; como este caso, hace poco en el Bachilleres de aqu&iacute; cerca le dispararon a un chavo en la pierna. La bala rebot&oacute; y lo atraves&oacute; otra vez. Ten&iacute;a tres hoyos. En el plantel no nos quisieron decir nada, y la verdad es que es muy normal que aqu&iacute; nos est&eacute;n molestando mucho, los asaltos son cosas de todos los d&iacute;as. Los disque protocolos no nos sirven de nada&rdquo;, dice M&oacute;nica Vel&aacute;zquez, una estudiante del Bachilleres 7, que se acerc&oacute; al CCH en los d&iacute;as inmediatos a la muerte de Aide&eacute; para ver c&oacute;mo se organizaban sus asambleas estudiantiles. &ldquo;Es que quiero aprender para ver si all&aacute; podemos hacer algo parecido&rdquo;.<br /> Hace unos meses, otras dos alumnas, Jennifer y Miranda, fueron secuestradas en la zona para despu&eacute;s aparecer asesinadas. A&uacute;n hoy, los alumnos consideran que las autoridades, tanto escolares como policiales, no han tomado las acciones necesarias.<br /> &ldquo;Nosotros queremos saber, bien a bien qu&eacute; pas&oacute;. Ya antes tra&iacute;amos el caso de Miranda y de Jennifer, y a&uacute;n no tenemos idea. La verdad es que la seguridad del CCH nos hace sentir inseguros, porque luego son ellos los que nos andan molestando. Yo no me trago las versiones que han ido dando, quiero que nos den una respuesta de verdad&rdquo;, asegura Juan Diego Valente, estudiante de sexto semestre.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><strong style="mso-bidi-font-weight: normal;">&iquest;ZONA DE BALAS PERDIDAS?</strong></p> <p class="MsoNormal">&ldquo;Yo vivo por ac&aacute; y no. Casi no he escuchado que haya balazos. Los que asaltan m&aacute;s no son de aqu&iacute;, son de otras colonias que se ensa&ntilde;an con los estudiantes, porque hay un mont&oacute;n&rdquo;, asegura B&aacute;rbara, una estudiante del colectivo feminista Rosas Violentas de Oriente, del CCH.<br /> &ldquo;&Eacute;sta no es la zona normal de balas perdidas en Iztapalapa&rdquo;, explica uno de los dos polic&iacute;as que, como operativo de refuerzo, resguardan la esquina del CCH. &ldquo;Eso s&iacute; es muy com&uacute;n, pero m&aacute;s all&aacute;, por la colonia de El Reloj, donde est&aacute; la Plaza Oriente, donde hace unos a&ntilde;os le cay&oacute; una bala perdida a un chavito adentro de un cine&rdquo;.<br /> La Procuradur&iacute;a asegura que en el techo de uno de los edificios colindantes cercanos a donde se encontraba el sal&oacute;n de Aide&eacute;, se hallaron casquillos de balas del mismo calibre del arma que hiri&oacute; de muerte a la joven. No obstante, en la zona nadie de los entrevistados que se encontraba cerca el 30 de abril, ni polic&iacute;as ni estudiantes ni vendedores ambulantes, escucharon alguna detonaci&oacute;n.<br /> Seg&uacute;n las investigaciones, los &uacute;nicos que percibieron un sonido fueron los otros 10 alumnos y el maestro que compart&iacute;an el sal&oacute;n con la alumna en ese momento. Y, seg&uacute;n sus declaraciones, fue m&aacute;s como el &ldquo;pop&rdquo; de una sidra al abrirse que un balazo.<br /> &ldquo;Yo no creo que s&iacute; haya sido lo de la bala perdida, porque dicen que sali&oacute; del terreno bald&iacute;o &eacute;ste, y pues no hay manera que llegue. Ni modo que la bala haya ido en camino, se haya detenido y hubiera dicho &lsquo;ah no mames, ah&iacute; est&aacute; la puerta, aqu&iacute; a la derecha doblo y me meto&rsquo;, como de pel&iacute;cula&rdquo;, cuestiona una vendedora de comida cerca del CCH.<br /> &ldquo;Aqu&iacute; la polic&iacute;a no hace nada&rdquo;, contin&uacute;a, &ldquo;se la pasan chismeando por all&aacute;, vienen, asaltan a los estudiantes y no hacen nada. Luego, ven que pasa algo y vienen de &lsquo;babotas&rsquo; a preguntarnos &lsquo;&iquest;oigan, qu&eacute; pas&oacute;?&rsquo;&rdquo;.<br /> El domingo, a casi una semana de la muerte de Aide&eacute;, la Procuradora de Justicia de la ciudad, Ernestina Godoy, solicit&oacute; la ayuda y la cooperaci&oacute;n de la Fiscal&iacute;a General de la Rep&uacute;blica y de la propia UNAM para, seg&uacute;n dijo &ldquo;elaborar un dictamen que sea cre&iacute;ble y que llegue a la verdad&rdquo;.</p> <p class="MsoNormal"><strong>(FUENTE: SIN EMBARGO)</strong></p>

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