Los mexicanos y sus atletas

Artículo escrito por: Lizzy Santoyo

“No me importa si no pudo entregar la tarea por entrenar, aunque sea para ir al Nacional de Gimnasia”,“Elige: o la escuela o la gimnasia”, son unos de los comentarios hechos a Adriana Chávez, gimnasta cancunense de 13 años.

Recordé esta anécdota al observar la actitud de los mexicanos frente al desempeño de sus atletas en las Olimpiadas de Río 2016, ¿por qué siendo excelentes atletas –porque lo son– no logran las medallas que tanto se desean? ¿Mediocres o triunfadores? Considero conveniente compartir con ustedes,  ciertos puntos para tener un panorama más amplio –con varias perspectivas– y reflexionar al respecto.

El presupuesto

En 2016, el presupuesto destinado para CONADE (Comisión Nacional del Deporte) ha sido de 233 mdd. En el sexenio de EPN, cada año ha disminuido este presupuesto, y ha habido algo de indignación al respecto, no obstante, en 2013 éramos el país que más presupuesto otorgaba al deporte en Latinoamérica. Hoy en día somos el segundo país, por debajo de Brasil. Sin embargo, hay países con menor presupuesto y con más preseas en el medallero histórico, como en el de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

¿Por qué teniendo ese presupuesto no tenemos los resultados deseados?

La CONADE y el COM

La CONADE es dirigida por Alfredo Castillo, quien trabajó en la PGR, la AFI, en Seguridad Pública y fue Procurador de Justicia en el caso de Paulette. Al ganar EPN la presidencia, trabajó en la PGR, en la Procuraduría del Consumidor, en la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el Estado de Michoacán y en abril de 2015 fue nombrado director de la CONADE. Me pregunto ¿qué tanto sabrá de deporte?

Por otro lado, tenemos al COM (Comité Olímpico Mexicano) dirigido por Carlos Padilla, abogado también, con amplia trayectoria en sector salud, presidente municipal de Xalapa, Director del AICM, ha trabajado en SECTUR, CAPUFE, PGR e ISSTE. A partir de 2008, año en que fue Jefe de Misión de la Delegación Mexicana en los Juegos Olímpicos de Beijing, se ha relacionado con el deporte y desde 2012 es presidente del COM.

Ninguno de estos directores tiene relación con el deporte más allá de la asignada laboralmente. Otro punto que hay que mencionar es el de los conflictos entre la CONADE y las federaciones deportivas, pues para ésta no había evidencia de un buen uso del dinero que se les asignaba, asimismo desconoció a diez dirigentes de disciplinas olímpicas. En respuesta, Carlos Padilla emitió una carta ante el COI que podría haber dejado fuera a México en los Juegos Olímpicos, pues argumentaba que la CONADE no debía intervenir en las federaciones. Estos dos dirigentes “fumaron la pipa de la paz” y así lo expresaron en la ceremonia de despedida de la delegación mexicana hacia Río 2016. ¿Qué tanto influye que los organismos encargados del deporte y su promoción en México tengan este tipo de relación?

Recordemos datos:

En 2012, Jesús Mena recibe una CONADE que traía ya problemas de deudas, para abril 2013 la noticia es el retraso en pago de becas para deportistas, salarios de entrenadores, viáticos que deben ser reembolsados y recursos para las federaciones deportivas nacionales. Recordemos que ese año éramos el país con mayor presupuesto en deporte de Latinoamérica.

En Shangai, 2015, la Federación Mexicana de Tiro con Arco no dio uniformes a los atletas, y éstos tuvieron que improvisar para poder competir. Castillo director de CONADE afirmó que no volvería a suceder.

En 2015, La selección mexicana de baloncesto participa también sin uniformes.

En septiembre del 2015, los boxeadores tuvieron que “botear” para asistir al Mundial de Doha.  Después de que la CONADE retirara sus recursos a esa Federación, entre los que botearon se encuentra Joselito Velázquez, cancunense quien asistió a las Olimpiadas.

En febrero 2016, Los pentatletas no pudieron asistir a la competencia en El Cairo, clasificatoria para los Juegos Olímpicos, debido a que la Federación Mexicana de Pentatlón Moderno afirmó no haber recibido los recursos acordados por parte de la CONADE.

Mayo 2016, atletas paralímpicos, se ponen a “botear” en Acapulco para poder ir al a la Paralimpiada Nacional.

Junio del 2016, en Mazatlán, cien atletas duermen en el piso de un hotel, para participar en la Olimpiada Juvenil, esto debido a que la CONADE no les pagó el hospedaje, era la encargada de costearlo.

Un atleta que debe ocuparse por conseguir sus propios recursos, que tiene esa preocupación, ¿puede enfocarse totalmente en su entrenamiento?, un atleta que tiene que usar un uniforme con su nombre en masking tape, ¿qué mensaje de apoyo recibe? Yo no veo que los atletas chinos pasen por eso, ni a Michael Phelps, ni a las gimnastas estadounidenses, ni a los húngaros, australianos, ni a los rusos salir a botear.

La mentalidad

Hice una encuesta en Twitter (que solo da 4 opciones de respuesta): “Según tú, ¿a qué se debe el que no haya ganado aún medallas la delegación mexicana?” Un 13% mencionó que era falta de apoyo de la sociedad, un 23% falta de presupuesto, un 31% mentalidad mediocre y un 33% falta de preparación.

En un país donde te dan a elegir entre la escuela o un deporte en el que destacas, en cual en la mayoría de las escuelas, durante la clase de educación física, lo último que se hace es descubrir tu potencial deportivo, me pregunto si la mentalidad mediocre no será en varios aspectos, en vez de adjudicarla a los atletas. Sacar 10 en las materias “difíciles” es más aplaudido que ser un gran deportista –a menos que seas futbolista, claro–.

“Exploremos el aspecto emocional: es la pasión la que mueve a un atleta. Sin embargo México, más que moverse por la pasión, se mueve por la necesidad. Muchos estudian algo, no porque les apasione, sino porque les dará seguridad económica. ¿México es un país que invierte en el deporte o invierte en lo seguro? Todo lo anterior hace que un atleta esté en desventaja frente a países que educan en la libertad”; me comenta el psicoterapeuta Saúl López Carrera, quien también agrega: “Es la situación familiar, social, y cultural en la que viven los atletas y fortalece o debilita su desempeño”; y recuerdo entonces el esfuerzo tan grande que hicieron los padres de Adriana Chávez: solicitaron a la gente que donara la ropa que no les sirviera hacer un tianguis y poder solventar el viaje al Nacional de Gimnasia en Monterrey. Ni un solo apoyo de empresas hubo, únicamente la solidaridad de la gente empática.

“Somos duros por la carga de nuestro resentimiento, esto es, si sentimos frustración porque otros con los mismos recursos hicieron más que nosotros, lejos de aplaudirle, le criticamos. Tiene que ver con nuestros niveles de intolerancia e infelicidad. México, como sociedad, es muy “sufrido”, no creemos en el éxito sin dolor o tragedia y somos sensibles del que más sufra”; señala la socióloga y abogada Edna Jeanette López Villagrán.

¿Qué tanta de nuestra frustración personal se descarga en un tuit, en un comentario despectivo hacia el desempeño de un atleta del cual ignoramos las circunstancias que atravesó para llegar a las olimpiadas y cómo puede afectarle este hecho? ¿Qué tan informados estamos de todas las aristas que influyen en que nuestros atletas no tengan el desempeño que otros atletas extranjeros tienen? ¿Qué tanto apoyamos al deporte denostando a quien tiene excelente desempeño en deportes, PERO no tiene 9 y 10 en lo académico? ¿Cuánto ayudan las escuelas a promover e impulsar el potencial de un posible atleta olímpico? ¿Cuánto nos involucramos para preguntar por qué eligen a ciertos dirigentes de instituciones deportivas y pedir cuentas de lo que se gasta en el rubro del deporte? ¿Por qué pocas empresas de la IP se interesan en patrocinar a talentos deportivos? ¿Por qué no existe una agenda deportiva, ni proyectos para incentivar, promover y difundir el deporte como algo valioso a nivel nacional?

Respondiendo a ello seguramente encontraremos las razones de porqué nuestros atletas dan su mejor esfuerzo y obtienen los lugares que obtienen.  Si el presupuesto se administrara adecuadamente, se fuera a dónde debe y a los atletas se les apoyara desde niños, si las escuelas fueran esos lugares para detectar capacidades y encausarlas, en vez de dar pseudo deportes, efectivamente tendríamos más atletas que lo que lo único en lo que se ocuparían sería en ganar.