Cancún, Quintana Roo

Nuevos modos en el Judicial

Viernes 02 Diciembre 2016

EN ÓRBITA

CANCÚN, Quintana Roo.- Sometido desde hace tiempo al escrutinio público, inclusive al escarnio, el Poder Judicial de Quintana Roo ha iniciado por fin su renovación. Al menos eso aparenta. La presentación de tres nuevos magistrados ayer en Cancún y el anuncio de cambios para fortalecer su accionar durante el mismo encuentro, son entendidos como señales inequívocas de que soplan nuevos vientos.

Ya era necesario, debido a las críticas de expertos y ciudadanos, porque sus responsables han sido “condenados” por sus errores, así como por su linaje político, lo cual ha puesto en riesgo la operatividad de una institución que debe recobrar desde la imagen hasta la credibilidad.

Los magistrados que se suman pretenden justamente esa misión. Verónica Acacio Trujillo, Dulce María Balam Tuz y Luis Gabino Medina Burgos son quienes dan el sano equilibrio, tan necesario por las supuestas acciones autoritarias de las autoridades, ya exhibidas en diversas plataformas informativas.

Conocedores del sistema, son ellos los que han promovido la transformación desde sus respectivas trincheras, con énfasis en la recuperación de los valores que rigen, ni más ni menos, a casi todo el ámbito judicial. Ello, cabe enfatizar, en un contexto en que se reclama contra la impunidad y corrupción.

Es tiempo de buscar las coincidencias, aunque sobren las discrepancias; por ejemplo, en torno a capacitaciones, cursos y otros métodos de preparación, pues según algunos antes estuvieron prohibidos o no había, una versión opuesta a quienes aseguran que hubo épocas mejores que ésta.

Otro tema que provoca choque de percepciones es el relacionado con las determinaciones autónomas de los jueces, muchos de los cuales han advertido presiones de la cúpula para fallar en cierto modo, o peor aún, la anulación de sus beneficios (prestaciones y bonos), hoy condicionados por los que mandan.

Por todo eso, los nuevos aires deberán soplar fuerte para derribar prácticas indeseables muy arraigadas y en un sentido que favorezca los consensos, so pena de exhibir a quienes se oponen a la modernización, el respeto a las garantías o la pulcritud.

Por supuesto, no todos los anteriores a este periodo fueron malos: en las filas del Poder Judicial hay estudiosos de la ley y gente de bien, que han sido manchados por las desatinadas decisiones de un puñado. Estos debieran quedar, no sólo por su trayectoria o capacidad, también por los valores demostrados.

Para otros, los discursos de ayer en el auditorio del Tribunal no son reales ni habrá nuevos vientos hasta que se vayan los que han sido señalados como orquestadores del lamentable escenario. Sólo entonces, suponen, la renovación será posible, con la ayuda insustituible de los otros dos Poderes y el voto de confianza tanto de usuarios como de justiciables.

Lo indudable son las formas diferentes que empiezan a comprobarse en oficinas, pasillos y espacios comunes, donde las dudas son disipadas por los de ahora y los temores acaparados por los de siempre.

Desorbitado

El informe de Derechos Humanos sobre 11 cárceles municipales del estado, difundido el miércoles pasado, revela varios secretos a voces. Pese a los esfuerzos por procurar un trato digno y el respeto para todos, los pendientes siguen acumulándose.

Basta echar un vistazo al estudio, en la página de la Comisión, para conocer el viacrucis de internos o retenidos. La tarea es descomunal.

Sometido desde hace tiempo al escrutinio público, inclusive al escarnio, el Poder Judicial de Quintana Roo ha iniciado por fin su renovación...

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