Cancún, Quintana Roo

No hay enemigo en transparencia

Martes 05 Junio 2018

EN ÓRBITA
Marcelo Salinas
@msalinas21


Nadie podría dudar de que en los últimos años se ha desplegado un esfuerzo significativo en materia de transparencia, para reducir la corrupción, la impunidad y el influyentismo, acaso los peores males en el país. Quintana Roo no ha escapado a esa realidad.

La abogada Herminia Salinas Peña, presidenta de la asociación civil Transparencia por Quintana Roo, reconoce que aun cuando se ha avanzado, los sujetos obligados, que en su caso son los miembros de los ayuntamientos, no logran un desempeño aceptable.

Dos integrantes de esta agrupación, Fabiola Sánchez Rosales y Enrique Zárate Guaida, coinciden en que si concebimos a la transparencia como la búsqueda de un gobierno abierto, cuyos responsables deben publicar sus acciones para sustentar la toma de decisiones, en conjunto con los ciudadanos, estamos lejos de alcanzar la satisfacción en lo que algunos llaman ética pública.

Esta A.C. acaba de denunciar ante el Instituto de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, a las autoridades de José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, Othón P. Blanco y Tulum por no publicar e incumplir las obligaciones comunes en transparencia, durante el primer trimestre de este año.

Pero alertan que no son los únicos con observaciones: de norte a sur los señalamientos abundan cuando se escudriña en las plataformas digitales, ya que el material disponible no siempre es accesible, completo, legible, oportuno o permanente, entre otras cualidades, como debe ser por ley.

¿Cómo avanzar en una tarea titánica? Los tres coinciden en que, si bien la transparencia y la rendición de cuentas se posicionan en el debate público, falta participación social. Y es que ser proactivos no sólo significa defender un derecho, sino propiciar una mejor calidad de vida. Al final y al cabo, todo ello contribuye a la cultura democrática. Y en una época electoral, esa misión debe ponderarse en su justa medida.

Algo más: los servidores públicos no deben ver a estos agentes del auténtico cambio como enemigos, sino verlos como aliados.

Si se logra una sinergia en esos términos, se acabará un círculo vicioso, para iniciar uno virtuoso, que ponga a Quintana Roo como ejemplo y referente en este ramo. Se trata, pues, de no cometer los errores del pasado y progresar de una vez por todas.

 

Nadie podría dudar de que en los últimos años se ha desplegado un esfuerzo significativo en materia de transparencia, para reducir la corrupción, la impunidad y el influyentismo, acaso los peores males en el país. Quintana Roo no ha escapado a esa realida

Nota escrita por:

Redacción FQ

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