Cancún, Quintana Roo

La Rama, una tradición de la época de navidad.

Lunes 12 Diciembre 2022

La Rama, una tradición de la época de navidad
Con la llegada de diciembre también retornan algunas costumbres y tradiciones como la rama. En la actualidad esta manifestación ha ido cayendo en desuso, motivo por el cual es necesario conocer un poco de ella y tratar de conservarla para las futuras generaciones.
Históricamente la rama tiene un pasado común con el árbol de navidad.
En las antiguas sociedades del norte de Europa, durante el solsticio de invierno se rendía culto a diversas deidades como el dios Thor, a quien se representaba con un árbol de roble al cual realizaban sacrificios de fertilidad. En el siglo VIII d. C., San Bonifacio realizo una labor de evangelización en estas tierras y entre sus primeras acciones destaco la eliminación de los cultos paganos, motivo por el cual en su iconografía se le representa talando el árbol sagrado.
Posteriormente se sustituyó al roble por un abeto, el cual era adornado con manzanas y velas en memoria del mítico árbol del jardín del edén. Con el paso del tiempo esta costumbre fue adoptada por la religión cristiana y sus demás denominaciones.
Por su parte en Mesoamérica también existían cultos a los árboles, como el caso del versúchil en la zona costera de Veracruz o la ceiba, árbol sagrado de los mayas peninsulares. Con la llegada de los evangelizadores dichos cultos fueron sustituidos por otros elementos de la religión católica, en este caso los árboles prehispánicos tomaron la esencia del abeto de navidad y la cruz.
La tradición de la rama se extiende por dos regiones claramente definidas de nuestro país, inicia en el sotavento incluyendo parte de los estados de Veracruz, Oaxaca y Tabasco, extendiéndose por la zona maya de las tierras bajas (parte de Tabasco, Campeche, Yucatán y el norte de Quintana Roo). Dé lugar a lugar la tradición varia tanto en ornamentación como en los versos y el acompañamiento musical.
En el caso de Tabasco se elige una rama de árbol frondoso, por lo general no posee hojas. Se acostumbraba pintar con cal y se decoraba antiguamente con pequeños farolitos hechos a base de la cascara de algunos cítricos, dentro se colocaban cabitos de vela. Otro elemento indispensable era el uso del pasto o barba de viejo tan tradicional en los nacimientos tabasqueños y coloridas cintas de papel china. Como toda tradición con el paso del tiempo se ha ido modificando ya que se puede utilizar bolitas de algodón, cadenas de papel china, vejigas (globos), faroles de papel, cola de gato, espirales de aluminio, esferas de cristal, cascabeles o listones multicolores, entre otros.
La rama es nocturna, de allí que los acompañantes utilicen velas encendidas para iluminar el camino. Por lo general se iniciaban los recorridos a partir del día 16 de diciembre culminando la noche del 24. Comúnmente son niños y adolescentes quienes se encargan de ir de casa en casa preguntando “si van a recibir la rama”, ya que a cambio de cantar algunos versos reciben su “aguinaldo”, el cual era depositado en una lata o caja de cartón que tenía una ranura en la parte superior o un morral, ya que el pago podía ser dinero o en especie.
Un elemento característico son los versos, los cuales recuerdan el nacimiento de Cristo, combinando elementos propios de la naturaleza como la temporada de los cítricos o de los sucesos que le ocurren a san Pedro en el cielo. Ejemplo de ello son los siguientes:
Alabando a Dios,
quítese el sombrero,
porque en esta casa,
vive un caballero.
Vive un caballero,
vive un general,
si me dan licencia,
para comenzar.
Salgan acá fuera,
miren que bonito,
verán a la rama,
con sus farolitos.
Naranjas y limas,
Limas y limones,
Más linda es la virgen,
Que todas las flores.
Ahí viene la rama,
viene de Campeche,
y al niño le trae,
su vaso de leche.
Arriba del cielo,
mataron un pato,
lo supo san Pedro
y se fue sin zapatos.
Para acompañar los versos se utilizan diversos instrumentos musicales, en el caso de Tabasco son instrumentos nacidos de materiales de su entorno y de su propia creatividad, ya que no se llevan jaranas, guitarras o panderos como en el área de Veracruz o Oaxaca. De acuerdo a Edith Matus en su libro lo que el tiempo quiere olvidar hace mención de la construcción de algunos instrumentos. Así tenemos claves hechas a base del mango de la escoba, sonajas confeccionadas con alambre y corcholatas o latas de aluminio con “chinitas” recogidas en el asfalto, así como rascabuches de envases de cristal.
Una característica que se da en la Ciudad y Puerto de Frontera, es que la salida de la rama se extiende hasta los días finales de diciembre, específicamente durante la octava de navidad. Motivo por el cual se intercalan algunos versos de rama con villancicos navideños como los peces en el rio, la marimorena o la bella pastorcita, que recuerdan los pasacalles españoles. Otra característica es que por lo general la rama pasa al interior de la casa a “cantarle al niño”, que ya se encuentra colocado en el nacimiento.
Si me dan licencia,
paso para adentro,
para ver un rato,
el gran nacimiento
La virgen lavaba,
San José tendía,
los ricos pañales,
que el niño tenía.
Señora santa Ana,
por qué llora el niño,
por una manzana,
que se le ha perdido.
Después de cantar algunas estrofas, la rama se solía despedir y solicitar su aguinaldo. Por lo general existen algunas estrofas especificas en el caso de recibir o no una remuneración. Así podemos escuchar algunos versos de acuerdo a la situación que se les presente.
Denme mi aguinaldo,
si me lo han de dar,
que la noche es corta
y tenemos que andar.
El diablito tiene un diente,
tiene un diente y la muerte tiene dos,
si no me dan mi aguinaldo, mi aguinaldo
ya lo pagaran con Dios.
Ya se va la rama,
muy desconsolada,
por qué en esta casa,
no le dieron nada.
Ya se va la rama,
muy agradecida,
por qué en esta casa,
fue bien recibida.
La finalidad de los aguinaldos era reunir dinero para organizar una posada a los niños y en otros casos repartirse la ganancia para adquirir los cuetes que usarían para el año viejo. El destino de la rama era quedar en un rincón de la casa, lugar del cual algunas señoras la rescataban para colocarlas en un bote con arena, para posteriormente colocarle foquitos y darle nueva vida como el árbol de navidad. Esto aún se acostumbra en algunas zonas yokot’an de Tabasco.
En la actualidad por diversos motivos es difícil observar una rama. Generalmente los niños son acompañados por los adultos, lo que está permitiendo una nueva forma de adaptación para conservarla. Les invito a que, si a nuestra casa tocan para recibir una rama, ayudemos para que esta tradición tabasqueña siga preservándose en nuestra entidad.
Colaboración Lic. José Francisco Jiménez Reyes, investigador de costumbres y tradiciones de Tabasco.
Referencias Bibliográficas
Matus, E.V. (1999). Lo que el tiempo quiere olvidar. Villahermosa, Tabasco
Promotora Social México. (2014). Navidad. Significados y Tradiciones. Instituto Sinaloense de Cultura.

En la actualidad esta manifestación ha ido cayendo en desuso.

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