Escenarios electorales en Solidaridad

Pese a la pausa obligada por vacaciones y días festivos la carrera por la sucesión no se detiene, pues en torno a ella giran las mediciones de fuerza naturales del proceso; más ahora, cuando ha sido postergada la incertidumbre en el oficialismo. Además de la candidatura para gobernador -por la trascendencia que esta reviste-, la contienda en Solidaridad se antoja reñida en el PRI, en ausencia de opositores con opciones reales. Los escenarios son múltiples en el terreno de la especulación porque los análisis se supeditan a si José Luis Toledo Medina será o no el gallo tricolor. De ser “Chanito”, Juan Pablo Guillermo asumiría la titularidad de la diputación federal tras la inevitable licencia que deberá solicitar el primero en mención. Si Toledo no es el ungido para la grande, es posible que busque la presidencia. Ese panorama es complejo, porque el también secretario de Finanzas es candidato natural a la presidencia por la victoria contundente obtenida precisamente en la fórmula con Toledo Medina y, por lo tanto, al ser suplente del diputado federal con expectativas, recaería en él la titularidad, obligándolo a tomar una decisión insoslayable por una u otra oportunidad. No imagino acéfala una curul tan importante. Si “Chanito” se queda en San Lázaro, a Juan Pablo se le facilita la determinación. Su popularidad, carisma y resultados tanto en la Sefiplan como en la más reciente elección le dan ventaja a uno de los más cercanos al gobernador Roberto Borge Angulo. Así es que sobre esta dupla se hablará mucho tiempo en la Riviera Maya. A ambos les sobra con qué. En el mismo partido y con la misma aspiración aparece el otrora secretario general Juan Carlos Pereyra, quien renunció hace meses a dicho cargo para armar su equipo lejos de la responsabilidad oficial. Respetuoso de procedimientos y jerarquías, el ex diputado local es la carta fuerte de los joaquinistas para uno de los municipios turísticos más notables del país. Pereyra es conciliador nato. Durante su encargo en la Secretaría General supo mantener los equilibrios de los grupos que ven en Solidaridad un bastión clave. En este sentido, como conocedor de los acuerdos propios de la política, permanece atento a lo que se teje más arriba. Asimismo, aspiran dos servidores públicos con buena trayectoria: Rafael Castro Castro y Jesús Gabriel Castro. El primero fue oficial mayor y hoy ocupa la Secretaría que dejó Pereyra. El segundo es el tesorero, y a quien se le ha visto muy activo en redes sociales en los últimos meses ya que alguien le dijo “alístate”, en vista de que los pactos no fluían. En Palacio cuentan que la relación del presidente municipal, Mauricio Góngora Escalante, es tan sana como productiva con los dos, igual lo es con Juan Pablo Guillermo. Algunos no conocen hacia dónde palpita más el corazón de Góngora, aunque lo cierto es que Rafael Castro lo merece hace rato. Al exjuez se le ha mencionado en al menos dos sucesiones, pero no ha llegado por negociaciones que escaparon a su control. Su trabajo es impecable, dicen, por lo que algunos más aventurados lo ven sentado en el Poder Judicial en caso de que Góngora sea el abanderado del PRI. De Jesús Gabriel comienzan a hablar progresivamente. Si bien nada está descartado aún, en un mar lleno de “tiburones” para el tesorero debe ser un logro ser considerado entre los que pueden y merecen.   Son especulaciones y rumores que dan para analizar posibles escenarios, ninguno descabellado. Lo cierto es que los ojos están puestos en Solidaridad desde hace tiempo, ya que al menos cuatro de los suspirantes del partido en el gobierno tienen a su gente, así como sus intereses, en Playa del Carmen, lo cual le otorga un peso específico no sólo en términos demográficos y económicos.

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