Federación aún no responde por sargazo, áreas naturales y arrecifes
Miércoles 17 Abril 2019
El desplome del presupuesto ambiental federal que ya ha llegado a niveles de alto riesgo podría afectar a la industria turística porque sin recursos para mitigar los efectos del cambio climático se abandona al estado de Quintana Roo que aporta casi el 40
<p><span style="font-size: 11.0pt; line-height: 107%; font-family: 'Calibri',sans-serif; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-ansi-language: ES-MX; mso-fareast-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA;"> El desplome del presupuesto ambiental federal que ya ha llegado a niveles de alto riesgo podría afectar a la industria turística porque sin recursos para mitigar los efectos del cambio climático se abandona al estado de Quintana Roo que aporta casi el 40% de las divisas turísticas que ingresan al país, en su lucha por contener en altamar el arribo de sargazo para que no afecte, irremediablemente, a sus costas y visitantes y por atender otra gran crisis ambiental que amenaza a la segunda barrera arrecifal más grande del mundo: el blanqueo de los corales.<br /> En un estudio reciente el economista Enrique Provencio y la bióloga Julia Carabias señalan que desde 2015 hasta este 2019, la protección ambiental se ha marginado del conjunto de políticas públicas. “Los datos hablan solos: en el periodo 2015-2019 la reducción acumulada del presupuesto asignado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) fue de 61%, para la Comisión Nacional Forestal la caída fue de casi 70%, y en el caso de la Comisión Nacional del Agua el ajuste alcanzó 60%”.<br /> Las instituciones, los compromisos internacionales, el marco regulatorio y los instrumentos de política están vigentes, pero pierden sus medios de ejecución, el soporte indispensable de inversiones, personal suficiente, equipamientos, operación, insumos y muchos otros elementos, sin los cuales parece difícil cumplir las obligaciones públicas para proteger el medio ambiente y los recursos naturales, así como para estimular el involucramiento privado y social en estas tareas, concluyen los investigadores.<br /> Este retroceso tendría consecuencias muy graves para la conservación del patrimonio natural mexicano, como son las costas amenazadas ahora por el arribo cíclico de sargazo y el blanqueo de corales, y para la mitigación y adaptación ante el cambio climático, entre muchos otros aspectos clave para la salud, la economía y los medios de vida de la población.<br /> “El descuido y mal trato al presupuesto ambiental es ante todo una falta de visión de futuro, un desconocimiento del hecho básico de que el desarrollo genuino de la sociedad y las personas pasa por la conservación del capital natural, que la sustentabilidad ambiental es un requisito indispensable para mantener y mejorar nuestras capacidades vitales, para innovar y transformar la economía en las actividades que ahora nos hacen perder recursos y energía, que nos generan malas condiciones de salud o que nos hacen perder productividad y oportunidades de crear nuevos y más dignos empleos”, indican los especialistas.<br /> Como proporción del PIB, el presupuesto federal asignado a Semarnat alcanzó un máximo de 0.38% en 2014, para 2016 había bajado a 0.28% y en 2019 quedaría en 0.12%, si se cumplen las previsiones de crecimiento del producto y se ejercen los montos aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de 2019.<br /> El proyecto original del PEF 2019 le propuso a la Cámara de Diputados una reducción al presupuesto de Semarnat de 32% respecto al autorizado de 2018, la mayor contracción de entre todos los ramos administrativos.<br /> “El acelerado deterioro del gasto ambiental federal de los años recientes y el que se aprobó para 2019 nos hace retroceder a épocas pasadas, en las que la protección y conservación ambiental se consideraban una actividad secundaria al desarrollo del país. Un gasto ambiental federal (Ramo 16) equivalente al 0.12% del PIB en 2019 representa apenas un tercio del registrado en 2012, lo que significa un nivel parecido al que se registró a fines del siglo pasado. Con esto, según algunas fuentes, México es uno de los países de América Latina que menores recursos destina a la conservación de su biodiversidad”.<br /> <!-- [if !supportLineBreakNewLine]--><br /> <!--[endif]--></span></p>