La jugada de los otros

Cancún, Quintana Roo, 11 de marzo del 2016.- Dos partidos con fuerza progresiva en Benito Juárez son Movimiento Ciudadano y Verde Ecologista. En la última elección federal (junio de 2015) sus candidatos contendieron palmo a palmo por el segundo y el tercer lugar. Ganó el Verde, representado por Remberto Estrada Barba, hoy aspirante a la presidencia municipal. En segundo lugar quedó Antonio Cervera León, “El Pelón”, ahora aspirante a una diputación local. También puede interesarle: <a href="../../../articulos-y-noticias/detalle/601" target="_blank">Cancún: ejemplo de buen turismo</a> En el caso del PVEM, a Estrada le funcionó la campaña anterior (de 2013) ganada al panista Julián Aguilar Estrada y, por supuesto, la maquinaria del PRI, con el cual ha participado en unidad durante los últimos años. Para tales fines el tricolor ha sido su benefactor, ya que su aliado no termina por madurar. El Verde no es el mismo de cuando triunfó Juan Ignacio García Zalvidea en Cancún, en 2002. De los tiempos de “Chacho”, sólo José de la Peña Ruiz de Chávez y Guillermo Brahms González permanecen activos y visibles, precisamente quienes no han sido considerados en los mejores juegos, aun cuando tienen con qué. En cambio, la dirigencia ha postulado a jóvenes con poca experiencia o sin el respaldo ciudadano. Aun así es la segunda fuerza, ha fortalecido su organización, ha obtenido buenas votaciones y ya tiene la opción de poner a sus candidatos a la presidencia tanto de Benito Juárez como de Puerto Morelos. En caso de Movimiento Ciudadano el mérito es de Cervera, no del partido. En las últimas dos elecciones ha obtenido resultados inéditos para un instituto que arriesgaba el registro por sus bajos porcentajes. Pero la estrategia y la creatividad de su equipo lo posicionaron de inesperada manera en el imaginario colectivo. Entonces, ¿por qué Cervera no postuló a un cargo mayor? Por ser regidor la ley le prohíbe la candidatura inmediata a la presidencia, algo que pedían sus seguidores. La opción era la gubernatura, aunque arriesgaba demasiado tratándose de un escenario como el actual, donde dos candidatos disputarán la silla más codiciada del estado debido a la polarización del ambiente. Al tener de un lado a Mauricio Góngora Escalante (PRI-Verde-Panal) y del otro a Carlos Joaquín González (PAN-PRD), los estrategas en torno a Cervera optaron por abstenerse para no salir perjudicados de lo que pronostican una campaña de lodo entre aspirantes con dinero y poder, lo cual complica el panorama a los más chicos. El análisis es que en tal escenario de “guerra sucia” habrá abstencionismo y prevalecerá el voto duro, beneficiando al PRI y dañando la imagen de los que no alcancen números aceptables. Tras dos muy buenas campañas, “El Pelón” no puede darse el lujo de perder la tercera e intentar recuperar la imagen en una hipotética cuarta. Por eso prefirió en esta ocasión la vía tradicional y la plurnominal, con el afán de hacer proselitismo, asegurando su curul. No debemos perder de vista a estos personajes con sus respectivos partidos, pues podrían definir el futuro de Cancún y de Quintana Roo, dada la importancia electoral de esta ciudad. Desorbitado Algo debe preocuparle a Carlos Joaquín González: las traiciones en el PRD. Les ha sucedido a quienes han buscado cobijo en sus siglas tras desencantarse de sus partidos. Ahí están “Chacho” y Gregorio Sánchez Martínez, por ejemplo. El subsecretario federal de Turismo podría haber calculado mal pensando en que una coalición le arroparía, pero con Movimiento Ciudadano limitado a Cancún, Morena jalando votos propios para José Luis Pech Várguez y el PAN hecho añicos, la situación no es fácil para nadie. El PRD, recordemos, salió cuarto en la elección del año pasado.

La jugada de los otros

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